Se acerca otra vez ese momento en el que toca decidir sobre
cómo queremos ver nuestro país y como queremos vivir: las elecciones generales
del 20 de diciembre.
Pero, ante esta nueva oportunidad, ¿a quién elegir, si el
que dice “la verdad”, miente y el que “no miente”, no dice la verdad? ¿A quién
dar nuestro voto para que nos represente, si no nos vemos representados en
ninguno de ellos?
Entonces aparecen las diferentes ideas, los diferentes
argumentos que respaldan el voto de cada persona, a veces tan a favor de un
partido que no ven la parte mala, la parte de mentira, la cara oculta de cada
uno ellos, que pueden llegar a cegarnos por su gran capacidad de atraer la
atención de la gente y meterse en tu cabeza, pensando lo que ellos piensan. Hay
otro grupo de personas que, sin pensar en si el partido es de derechas o de
izquierdas, vota al que presenta un gobierno o administración que, en ese
momento de su vida, le es favorable, adecuando así si voto a lo que más
necesite en cada momento. Sin embargo, hay otro gran grupo de personas que,
después del largo y costoso proceso histórico que ha llevado conseguir el voto
para toda persona mayor de edad, sin tener en cuenta su sexo, su riqueza o sus
estudios, deciden no votar, basándose en que no tienen tiempo o la política no
les afecta.
Pero, queramos o no, el gobierno del país nos afecta a todos
los ciudadanos que vivimos en él y deberían votar la gran mayoría de personas,
para tener una mayor representación del pueblo en las urnas. Si no es así, si
no se vota, tampoco se puede quejar o ir en contra de aquello que ha salido
ganador, pues se decidió no elegir en su momento.
Por ello son importantes las elecciones, pues gracias a
ellas los ciudadanos pueden hacer ver sus preferencias en cuanto al sistema
político, siendo respetables tanto unas como otras, sin juzgar a la persona por
el voto a un partido en concreto. De esta manera, el poder no recae en una sola
figura, como tanto se ha criticado a la largo de la historia, por lo que se
debe aprovechar esta gran oportunidad de ser oídos por el gobierno mediante
este derecho al sufragio, tan querido y deseado por todos.
Y tras la descripción, ¿qué voto es el democrático: el del interés o el ideológico?
ResponderEliminarY tras la descripción, ¿qué voto es el democrático: el del interés o el ideológico?
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